domingo, 11 de septiembre de 2016

La chica que lo tenía todo

No pensé que me fuera a gustar tanto esta historia. La empecé a leer por curiosidad, porque ve que es un bestseller y además que en la portada la recomendaban si te había gustado "Perdida". Nada más alejado de la realidad: no se parece en nada, más que la protagonista no es lo que nos deja ver en un principio, o más bien no es solamente lo que nos deja ver en un principio sino más, mucho más que eso.

Mientras leía el primer tercio de la historia pensaba que me gustaba el manejo del pasado y del presente, de conocer cómo esa adolescente insegura se había convertido en esa adulta "triunfadora". Pero ni en mil años me hubiera imaginado el giro que dio en el segundo tercio: pensé que "el suceso" había sido la noche (o las dos noches) con los chicos pero no, el verdadero "suceso" me dejó impresionada por dos razones: porque no me lo esperaba y porque lo manejó muy bien: las descripciones justas y crudas, los hechos cronológicos y el final de pesadilla. Cuando leí el verdadero suceso le di toda la importancia que tenía a la grabación del documental y entendí perfectamente el final cuando llegó. La autora supo atar muy bien todos los cabos y entregarnos el paquete de manera atractiva.

Ahora viene la inevitable identificación que tuve con la protagonista: una insegura adolescente que un día ve a una mujer y desea convertirse en "ese tipo" de mujer. A estas alturas de la vida, todavía no sé en qué tipo de mujer me quiero convertir, y eso me lleva a una lucha constante entre lo que verdaderamente quiero hacer y lo que el mundo (la sociedad, ese monstruo que seguramente sólo está en mi mente) espera que haga: cómo debo desempeñar mi profesión, cuál es el campo laboral más prestigioso, cómo debo conducirme en público, cómo debo tratar a mis compañeros de trabajo y a mi familia política, hasta dónde ser yo misma y hasta donde ser lo que los demás quieren que sea. Complicado.



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