Sin embargo me decepcioné: pareciera que si hablas de rock el cuento nada más puede desarrollarse en una "tocada" y aderezado de algún enervante. La gran mayoría parecían el mismo cuento, con sus honrosas excepciones: el de Joselo, el de Alberto Chimal y el de Raquel Castro. En esos tres se nota el tema sí, pero no te restriegan en la cara cómo es asistir a un concierto, no, es nada más un elemento más, no lo es todo.
De todas maneras se puede leer como un entretenimiento.
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