Mientras andaba husmeando por la red me encontré este post de una nutrióloga sobre la alimentación primaria:
http://verovillalobos.com/2013/11/11/alimentacion-primaria-primary-foods/
Dice que lo que nutre más que la comida son las actividades cotidianas, el tener objetivos en la vida, profesionales y personales. Para demostrarlo pide que recordemos cómo nos sentíamos cuando estuvimos enamorados: prácticamente se vive del amor y la comida pasa a un segundo plano.
Creo que en eso tiene razón, si tienes suficientes distracciones, proyectos, objetivos, metas (como les quieras llamar) la comida deja de ser el centro de tu mundo y eso, por consecuencia, va a impedir que te atiborres a la menor provocación. A mí me cuesta mucho trabajo no centrar mi día en lo que voy a comer (o lo que no voy a comer) y permitirme pensar en otras cosas que me aporten más al ¿alma, espíritu? que al cuerpo nomás.
En el trabajo oficinil, por ejemplo, me entra la angustia a ratos y lo primero que hago es comer algo. Ya sea de lo que llevo yo y es sano casi siempre o de lo que se ofrece ahí y es muy poco sano todas las veces. ¿Por qué esa angustia no la puedo expresar de otra manera? A veces me cuesta mucho diferenciar entre hambre real y angustia y eso luego me provoca más angustia.
Total, que voy a tratar de concentrarme en lo primario para no tener esas angustias tan feas.
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