jueves, 15 de junio de 2017

Las deudas del cuerpo

De este tercer volumen tengo que decir lo mismo que de los anteriores: en uno solo hubiera quedado mucho mejor una historia que se alarga sin razón ni motivo aparente, cuyas partes más interesantes se presentan a cuentagotas y provoca que el deseo de leer decaiga.

Las partes que más me gustan son las de introspección pero no las que están plagadas de preguntas hipotéticas que no llevan ni a conocer mejor a Elena, ni a avanzar en la historia.

El romance con Nino me parece forzado, si bien en su primera juventud me pareció que estaba deslumbrada por el joven universitario, ya en esta etapa adulta me parece más un encaprichamiento por haber sido amante de Lina.

El matrimonio con Pietro también me parece fuera de lugar: Elena nunca se distinguió por buscar "subir en la escala social" y por hacerse de relaciones que la beneficiaran en su carrera literaria, así que me parece un misterio por qué aceptó casarse.

En cuanto a su carrera literaria, el bache por el que atraviesa me parece demasiado pronunciado. ¿Por qué no dejarla florecer en ese ámbito por lo menos?

Espero que la conclusión sea mucho más concisa que los anteriores volúmenes.



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