Desde 2021 me he sumado a la iniciativa de Magrat de leer solamente autores de Asia durante el mes de marzo. Confieso que me cuesta mucho trabajo salir de los mismos tres países pero, en mi defensa, he encontrado tan buenas historias que vuelvo a las mismas autoras sin dudarlo.
En este año caí en las novelas ambientadas en tiendas, con mayor o menor éxito desde mi punto de vista. Los libros que leí son:
Earthlings de Sayaka Murata: muy extraña, trata de temas muy difíciles sobre la infancia y cómo los adultos a veces empeoran las cosas. Su protagonista cree que pertenece a una raza alienígena y actúa en consecuencia.
Lágrimas en H Mart de Michelle Zauner: no me esperaba el remolino de emociones de esta historia sobre la relación entre una hija y su madre a través de los años y en medio de una enfermedad. Se me apachurró el corazón en muchos capítulos.
La esfera luminosa de Cixin Liu: ciencia ficción basada en muchos pero muchos datos duros, explicaciones sobre física y energía eléctrica que van más allá de mis conocimientos pero con una historia sobre la pérdida de una familia y con un final esperanzador.
Lo que sabe la señorita Kim de Cho Nam-joo: una serie de narraciones protagonizadas por mujeres de diferentes edades para crear u n mosaico de lo que ha significado ser mujer y no pertenecer a los estereotipos de la sociedad.
La tienda de los deseos de Hiyoko Kurisu: una tienda de dulces en la que cada persona que entra encuentra justo lo que necesita para avanzar en ese momento de su vida. Mi personaje favorito es el dueño de la tienda, de quien conocemos su historia y entendemos mucho mejor su situación.
La gran tienda de los sueños de Miye Lee: cuando dormimos podemos llegar a la tienda del señor Dalllegurt y comprar los sueños que deseamos experimentar esa noche, sin embargo, al despertar no recordaremos nada de ese lugar pero sí habremos pagado con las emociones que vivimos. Sí me gustó, sobre todo los personajes secundarios y cómo llegaron a la tienda.
Real World de Natsuo Kirino: un puberto comete un crimen y cuatro pubertas se relacionan con él de diferentes maneras a partir de ese suceso. No me acostumbro a que esta autora juegue con mis sentimientos y siempre me sorprende con los giros que sufren los personajes.
Suzuran de Aki Shimazaki: una historia de amor que no es la que esperamos al principio del libro pero que se va convirtiendo en el tema central para llevarnos a explorar la difícil relación entre dos hermanas.
Mis días en la librería Morisaki de Satoshi Yagisawa: una librería que ha pertenecido a una familia por tres generaciones es el lugar que elige una joven para ir a curar su corazón roto. En el camino encontrará su amor por la lectura y a un par de buenos amigos, además de reencontrarse con su tío.
En general tuve buenas lecturas aunque tengo la impresión de que me hizo falta el descubrimiento del año, como me ha pasado en otras ocasiones.