martes, 29 de mayo de 2018

Palabras envenenadas

Hace mucho tiempo que el desenlace de una novela no me dejaba como el de esta: no podía creerlo, quería seguir leyendo para saber los detalles pero no quería leer porque era demasiado fuerte el resultado.

Se trata de la historia de Bárbara Molina una joven que desapareció hace 4 años, sus padres están deshechos, sus hermanos se han tratado de volver invisibles, su mejor amiga no sabe qué hacer y el investigador encargado del caso está a punto de jubilarse por lo que teme que nadie más se vaya a preocupar por un asunto de hace tanto tiempo.

Está narrada desde el punto de vista de los involucrados, de tal manera que vamos armando el rompecabezas de lo que sucedía con Bárbara al momento de su desaparición, lo que ha pasado durante estos cuatro años y el presente. Sí, porque ella está viva y ese será el meollo de la narración: saber qué va a pasar ahora con ella, con su captor, con su familia e incluso con el investigador.

Me gustó mucho la manera en la que está escrita la novela, el tema es fuerte y es difícil pero los hechos se van presentando de tal manera que comprendemos lo que pasó. Como ya dije el desenlace no me lo esperaba y me dejó muy mal.

Muy recomendable para tratar estos temas de abuso, de búsqueda de la identidad, de falta de comunicación entre padres e hijos. Si lo lee un puberto, debe estar acompañado de un adulto responsable para orientarlo.



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