lunes, 25 de octubre de 2010

6/30 antes de 30: el presupuesto

Mi relación con el dinero es de amor-odio. Me gusta gastar como a cualquier persona, cuando veo algo bonito me lo quiero llevar, pero luego me remuerde la conciencia, tanto, que la mayoría de las veces termino por no comprar eso bonito. Me pasa lo contrario cuando se trata de algo bonito para alguien más: casi sin dudarlo lo compro y la culpa se me diluye cuando veo a quien se lo compre todo feliz.

Así que me parece que la solución para esto es hacer un presupuesto y un plan de ahorro, no nada más porque haya un poco de dinero extra o porque me encuentre algo bonito, hay que comprarlo. La idea es programar esos gastos y contar con una cantidad para cuando aparezcan esas cosas bonitas.

miércoles, 13 de octubre de 2010

5/30 antes de 30: las cajas

Si bien cuando me cambié de casa por el matrimonio tiré muchas pero muchas cosas, todavía hay unas cajas sobrevivientes llenas de "cositas". El 60% de ellas sé que debería tirarlas o simplemente deshacerme de ellas, pero no he podido. Pasé las primeras tardes de mi nueva vida revisando las cajas y tirando cosas, muchas cosas todavía. Pero ahí siguen esas "sobrevivientes" y ya va siendo hora de que desaparezcan.

lunes, 11 de octubre de 2010

4/30 antes de 30: el hábito del ejercicio

Hace dos años, cuando decidí dejar el trabajo y hacer una pausa para ver a dónde quería ir con mi vida y luego me dieron un mazazo, empecé a hacer ejercicio.

Primero era para llenar mi tiempo, como el personaje de Hugh Grant en "Un gran chico": llenar unidades de tiempo para no ver el día laaargo laaargo. Al principio me desesperaba, soy pésima para seguir el ritmo y en la clases de lunes, miércoles y viernes a la maestra le encantaba el ritmo, incluso el miércoles tocaba "ritmos latinos" y yo era (sigo siendo) una tabla.

Pero luego con las clases de los martes y los jueves me reconcilié con todo. Era la clase de kick boxing, pero justo con esa maestra, la de en la mañana, que es igual que yo: metódica. Siempre era la misma rutina: calentábamos cada parte del cuerpo (cuello, brazos, piernas) y luego empezábamos con dos o tres de los movimientos de la rutina, hasta llegar a dos de dieciséis que repetíamos seguidos en izquierda y derecha cinco o seis veces, depende qué tan coordinadas estuviéramos ese día. Pausa para tomar agua y repetíamos los dieciséis otras cinco o seis veces, hacíamos el último estirón para la pantorrilla y luego la sesión de cintura y abdominales. Entonces como era contar y acordarte de los movimientos ¡no tenía tiempo de pensar! En cuanto se me metía algo en la cabeza que no fuera un upper o un gancho, me salía mal y se iba a parar junto a mí para que copiara sus movimientos. En las primeras semanas todo me salí chueco, de los dieciséis, me salían bien y seguidos máximo tres movimientos y aguantaba, en un buen día, el 60% de la clase. Después de seis meses me salían todos los movimientos de la secuencia ¡siguiendo el ritmo!, aguantaba el 90% de la clase y empecé a tomar dos clases seguidas.

Pero como todo tienen un final, después del mazazo me di cuenta de que las unidades de tiempo ya no iban a funcionar y me puse a buscar trabajo más en forma. Gracias a un amigo encontré mi trabajo actual y ahí se acabó la felicidad: mi horario no me permitía seguir yendo a esa clase. De todas maneras continué en el gimnasio en la tarde y con el tiempo me empezaron a gustar las dos clases que tomaba.

Después de casarme y el consiguiente cambio de casa, me ha sido imposible regresar al gimnasio. Encontré una clase de kickboxing cerca de mi casa, pero es la antítesis de mi maestra favorita: demasiado espiritual, yo lo que quiero es imaginar que golpeo a alguien, no que entro en armonía con el universo.

Así que sin horario ni clases, anduve perdida. Ahora lo que hago es caminar, que intenté correr y soy muy coyona, a las tres vueltas del parquecito estaba pidiendo esquina.

Al 4 de octubre faltaban 44 semanas para mi cumpleaños. Mi meta es hacer la caminata de 30-40 minutos 4 veces cada una de esas semanas. En la primera semana, la del 4 hice cinco días, veremos cómo van las siguientes semanas:

Semana 1 (4 de octubre): 5 días.
Semana 2 (11 de octubre): 4 días.
Semana 3 (18 de octubre): 4 días.
Semana 4 (25 de octubre): 4 días.
Semana 5 (1 de noviembre): 3 días.
Semana 6 (8 de noviembre): 4 días.
Semana 7 (15 de noviembre): 4 días.

jueves, 7 de octubre de 2010

3/30 antes de los 30: la ropa

La ropa y yo no tenemos una buena relación en general. Suele ser muy difícil para mí deshacerme de cosas en general y mucho más de ropa. Y parece ser hereditario: acabo de recibir una blusa que tenía mi tía la menor que fue de mi tía la mayor y de mi abuela y que por esa razón, ahora se ha convertido en un objeto con alto valor sentimental.

Así que uno de mis objetivos será deshacerme de esa ropa que guardo ya sea por motivos sentimentales o porque simplemente no me animo a regalarla. No debería ser una tarea muy difícil, ya que cuando me casé me deshice de dos bolsas llenas de ropa... pero no me confiaría mucho, mis cajones dicen que les urge una espulgada.

miércoles, 6 de octubre de 2010

2/30 antes de 30: japonés

Antes no me había interesado este idioma pero ahora tengo dos motivos: a mi marido le encanta la cultura japonesa y los amigurumis fueron creados en Japón.

En cuanto a los amigurumis, puedo decir que ya logré interpretar patrones en japonés gracias a que tienen esquemas y tablas de la cantidad de puntos en cada vuelta, que si no, hubiera sido una tarea imposible. Una parte del G24 está inspirada en uno de esos patrones que interpreté del japonés: hice algunas adaptaciones para el tipo de estambre que conseguí y para la idea que tenía en la mente, además los ojos de seguridad son muy difíciles de conseguir por estos rumbos.

En cuanto al idioma, he estado viendo en la red algunas páginas donde hablan de las mejores formas de aprenderlo y debo confesar que me da algo de miedo el asunto de los alfabetos, además de los tonos en la pronunciación. Cuando estudiaba francés la pronunciación me daba dolores de cabeza pero cuando tuve que usarlo "sin pensar" (en el DELF y en las calles, sobretodo en un hotel cuando se descompuso el foco de la habitación) todo fluyó sin problemas. Espero que con el japonés me pase lo mismo.

lunes, 4 de octubre de 2010

1/30 antes de los 30: plantitas

Que me pongo a buscar información para cuidar la plantita que me dio mi mamá y que entro en pánico: ¡crece hasta metro y medio y por eso hay que ponerla en una maceta de por lo menos 40x40! ¿Y de dónde voy a sacarla antes de que se muera?

Espero que los cactos sean más sencillos.

Empezando

Obviamente el fin de semana no hice nada de mi proyecto pero hoy empiezo con el contador, según el cual faltan 10 meses y 2 días para mi cumpleaños, es decir, que faltan justo 300 días.

Ahora empieza lo divertido: ¿qué quiero hacer? Aquí voy a poner la lista, primero la voy a completar en este mes y luego voy a ir poniendo qué hice y qué no hice.

30 antes de los 30
1. Conocer a mi padre.
2. Leer tres libros que nunca haya leído y siempre haya tenido ganas: Jane Eyre y otros dos.
3. Aprender a manejar.
4. Empezar a aprender japonés.
5. Mantener viva la plantita que me regaló mi mamá y los cinco cactos.
6. Salir de viaje con mi marido.
7. Retomar el hábito de hacer ejercicio cuatro veces a la semana.
8. Aprender a usar la olla lenta para algo más que cocer alimentos.
9. Depurar mi ropa y dejar de comprar por impulso.
10. Decidir qué hacer con mi colección de peluches de Igor, el burro.
11. Ir a un karaoke y cantar.
12. Mantener vivo el proyecto B y crecerlo.
13. Encontrar un corte de pelo que me guste y me convenga.
14. Revisar esas cajas que todavía sobreviven de mi cambio de casa y de verdad tirar todo lo que ya no necesito.
15. Definir mi rutina de la mañana para que me alcance el tiempo para desayunar y tejer antes de salir de la casa.
16. Establecer un plan de ahorro y un presupuesto familiar.
17. Aprender a hacer pasteles para usar de una vez el horno.


ACTUALIZACIÓN:
Me quedo sólo con estos 17 para cumplir antes del próximo seis de agosto. Al ser menos, espero ir tachando cosas más rápido. Deséenme suerte.

viernes, 1 de octubre de 2010

Un nuevo proyecto

El año que entra cumplo 30. Y me da miedo esa cifra. A mi marido (que tiene sólo unos meses menos que yo) le da lo mismo. Pero no sé por qué a mí no. Leí el libro "Miedo a los 50" de Erica Jong hace ya varios años y me gustó mucho, pero es diferente cumplir 50 que 30: para mí es más claro el panorama de lo que quisiera tener para cuando cumpla 50 pero no para cuando cumpla 30. Cuando era niña tenía algunas ideas que se fueron deformando en el camino: me costó mucho admitir primero ante mí misma y luego ante los demás, que quería casarme y formar una familia. Y ahora afortunadamente lo tengo y trato de disfrutarlo cada día. Y entonces me surge la pregunta: ¿qué más quiero? Y me pareció una buena idea pensarlo y ponerme alguna fecha límite, por ejemplo, mis 30. Así que mi nuevo proyecto para este mes es pensar en 30 cosas que quiero hacer (o iniciar, depende de cómo lo plantee) antes de cumplir 30. Sé que es repetido y lejos de ser original, pero me parece un buen ejercicio.