Debo decir que al inicio la historia no me atrapó: me parecía muy pretencioso el protagonista, tanto paréntesis para explicar cómo son los introvertidos me sacaba de quicio. Pero poco a poco la historia se fue convirtiendo en ciencia ficción y ahí fue cuando ya no pude dejar de leer.
Wess es un chico depresivo que está pensando seriamente en suicidarse, cuando de pronto se siente observado y perseguido. Primero piensa que es pura paranoia de su parte pero luego se enterará de las verdaderas razones de esta observación de su persona.
Mi personaje favorito es Abril, la joven que acompaña a Wess en su huida, quien quiere pero no puede revelarle los datos necesarios para que supere su ansiedad, quien finalmente será una ayuda imprescindible a lo largo de su vida.
El protagonista, como ya dije, al principio no me cayó bien. Y aunque no me simpatizó nunca por completo, fue más sencillo entender si historia a través de los ojos de Abril, por eso me gustaron los dos últimos capítulos.
Una historia de amor que no lo aparenta, de superación de la depresión aunque tampoco lo parece, recomendable para lectores acostumbrados a temas difíciles.
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