lunes, 10 de marzo de 2014

Yo, mi, me conmigo

Un título puede atraer y puede disuadir a cualquiera de acercarse a un libro, en este caso, la traducción del alemán no deja ver mucho de la historia tal como será, lo cual es negativo porque el título en español es más bien soso y positivo porque no te "regala" uno de los meollos de la historia.

Rosa es una treintañera que se define a sí misma como un cliché: quiere recuperar a Jan, el novio al que le puso los cuernos con Axel, aunque sepa que le va mejor con su nueva novia, Olivia, tanto, que va a casarse con ella. Rosa, despechada, sale con Axel y en su cita en el circo, conoce a un sujeto que hace regresiones a vidas pasadas, se decide a hacer el experimento, aunque no sin dudas y es transportada ¡al cuerpo de Shakespeare! A eso me refería con el título, en alemán la novela se llama algo así como "De repente, Shakespeare" lo que da más pistas sobre lo que tratará la historia, mientras que en español simplemente nos dejan ver que será una historia muy personal.

Las aventuras de Rosa en el cuerpo de Shakespeare y viceversa son divertidas y emocionantes, nos permiten conocer el carácter de cada uno así como sus similitudes y diferencias. El desarrollo de Rosa y de William es parecido, ambos descubren el significado del verdadero amor y gracias a eso pueden vivir mejor sus vidas.

A diferencia de la novelas de Safier donde salen animales parlantes, en esta solamente hay que hacer caso omiso de los detalles históricos y disfrutar esta historia de enamoramientos peculiares.


No hay comentarios:

Publicar un comentario