martes, 21 de noviembre de 2017

Y luego ganas tú

Entre las cosas que no me gustan de ser profesora, está el trato que veo que se dan entre sí los pubertos: a veces puedo intervenir y a veces no. En estos días traigo el corazón roto porque en el grupo del que soy tutora se están confabulando contra un par de chicos. Y en especial una niña que me parece dulce y dedicada, que su único "defecto" a los ojos de sus compañeros es ser estudiosa. Me di a la tarea de buscar algún texto que me pudiera ayudar a abordar esa cuestión sin que fuera en tono de sermón y me encontré con esta colección de cuentos.

Los cinco textos tocan el tema del acoso escolar pero siento que ninguno puede ser usado como ejemplo sin que parezca regaño. Me explico: los textos son de personas o personajes que ya superaron ese momento, que dicen que lo mejor es avanzar y no dejarse menospreciar. Y no es que ese mensaje esté mal, sino que considero que hay otras maneras de usar la literatura para abordar temas delicados.

Sí me gustaron como lectura de entretenimiento pero no para leerlos y propiciar una reflexión: son muy directos en cuanto al mensaje y desde la primera página se sabe que lo que se trata es de condenar el acoso escolar.

Seguiré buscando alternativas.



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