No quise leer mucho sobre la historia, más que lo que nos revela el título y me sorprendió gratamente. El protagonista el Simeón, un hombre en la tercera edad que busca el secreto de la felicidad y para lograrlo, se comunica con los muertos porque: ¿quién mejor para dar consejos sobre la vida que quienes ya la vivieron?
Me gustó mucho el protagonista, su lenguaje es fresco, es creíble y nos acerca a los temas que trata. Me gustaron mucho las referencias a autores, textos y música, una manera divertida de acercarse a ellos. Me gusta también cómo la moraleja no es tan obvia, se da entre anécdotas y llega sin mayor problema.
Muy recomendable, aunque no estoy segura de que a los pubertos les pueda llamar la atención, creo que es más propio para un público mayor.
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