miércoles, 5 de julio de 2017

Amanecer

Desde hace meses tenía ganas de leer a esta autora y en especial la trilogía Xenogénesis y cuando en la cuenta de Juegos y retos bookTube propusieron como Vuelo 1 una distopía, me decidí a empezarla. Primero pensé que solamente iba a leer el primer volumen para continuar con los siguientes vuelos, pero me gustó tanto, que voy a seguir con la trilogía y si  puedo, la combinaré con alguno de los vuelos.

La historia comienza lenta y sin muchos antecedentes: por una guerra entre Estados Unidos y Rusia (¿alguien dijo Guerra Fría?) el mundo se va al diantre y la humanidad está al borde la extinción. Lilith, una mujer sobreviviente, se ve "despertada" varias veces por alguien a quien nunca ha visto. Le hacen pasar algunas pruebas hasta que finalmente se le presentan los alienígenas que la rescataron de morir. En este sentido me recordó a "El fin de la infancia", esa novela de Arthur C. Clarke, en la cual lo extraterrestres no se muestran de inmediato debido a su parecido con la representación más habitual de Satanás.

Una vez que ha vencido su miedo, empieza a aprender de los alienígenas y ellos de ella, de tal manera, que sin ella buscarlo y mucho menos desearlo, establece una relación sentimental y de codependencia con el extraterrestre que le asignaron.

Ese es el planteamiento de la historia y a partir de ahí seguirá un rumbo que a pesar de ser previsible a ratos, siempre sorprende por el tono que utiliza para plasmarlo y por un par de vueltas de tuerca que no me esperaba. Una novela sin desperdicio, cada capítulo tiene una razón de ser para contar lo que quiere contar, sin irse por las ramas, nos van llevando tal como a los humanos de la historia, a relacionarnos con los alienígenas de poco a poco hasta que sentimos simpatía por ellos y, por lo menos yo, dejé el bando de los humanos y me uní a ellos.

La protagonista, Lilith, es una mujer fuerte que al mismo tiempo no teme mostrar su debilidad tanto física como emocional: es compleja y a veces impredecible, es intensa y un claro ejemplo de cómo reaccionaría un humano ante lo desconocido. Al volverse líder no deja de lado su faceta débil, al contrario, en algún momento se vuelve más evidente pero eso en lugar de provocar enfado en el lector, la hace simpatizar todavía más con ella.

Al alienígena coprotagonista lo conocemos desde niño (¿cachorro?) y somos testigos de su evolución, del descubrimiento de los seres humanos desde su perspectiva así como de sus capacidades extraterrestres. Nikanj es una gran muestra para acercarnos a su especie y si bien es el mejor ejemplo para simpatizar con ellos, también nos muestran a seres que no son tan amables para contrarrestar y no creer que todos son así de amables.

Un gran inicio de una trilogía, que si bien podría leerse como libro autoconclusivo, el detalle del final hace que quieras seguir con el volumen dos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario