Una novela sobre niños evacuados durante la Segunda Guerra Mundial así como sobre los hijos de un rey que fue traicionado.
Me recordó a la novela "Cuando Hitler robó el conejo rosa" porque se trata de dos hermanos: el niño es el mayor y la niña la menor, salen de su hogar a causa de la guerra y deberán asimilar su nueva situación. Sin embargo, ahí se acaban las similitudes: Cecily y Jeremy tienen recursos económicos para irse a una casa de campo propia y recibir a una refugiada "adoptada", May. Esa niña será el contrapunto para los hermanos, hasta cierto punto es el catalizador de los sucesos, sin quererlo. Los adultos son los personajes secundarios: la mamá de los hermanos prefiere vivir en la negación mientras su esposo se queda en Londres para "hacer cosas importantes", el tío Peregrine será quien traiga al presente a los hijos del rey, los padres de May estarán de fondo para provocar sus acciones.
Me gustó cómo se introdujo la historia que da título al libro, cómo se mezcló la fantasía de la leyenda con el presente, las necesidades del puberto Jeremy con la situación en la que vivía. Cecily es un personaje difícil por ser tan mimada, sin embargo, al estar acompañada de May, cae bien y se comprende mejor las acciones de las dos.
El final me pareció muy rápido, aunque concluyente. Me gustó que nos diera un vistazo al futuro de los niños para darle un cierre a su historia. Me hubiera gustado saber qué hacía exactamente el papá de los hermanos.
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