La narradora del tiempo presente es na puberta que se ve obligada a cambiar de casa porque va a tener un hermanito. Además debe utilizar sus vacaciones para ayudar en la mudanza y acomodo de la casa nueva, situaciones que le desagradan.
El narrador del tiempo pasado es omnisciente y gracias a él sabemos que la madrastras y la negra nunca se van a llevar bien a causa de la niña, que el papá no tiene muy claro su papel y que la mamá tuvo una aparición muy breve.
Me gustó mucho que la historia empezara en el capítulo 10 y de ahí fuera en descenso porque uno va sabiendo que el principio que conocemos no es el principio de la historia que nos quiere contar la autora.
Muy recomendable sobre todo por el misterio que se va creando y la manera de resolverlo.
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