Para celebrar el día del libro infantil y juvenil me regalé esta novela y un smoothie con tapioca.
Debido a mis escasos recuerdos de las clases de Historia contemporánea, la historia me conmovió mucho más.
Se cuenta la historia de Sebastián, un puberto que crece en 1957 rodeado de los temores y los adelantos espaciales de la Guerra Fría. Su abuelo le regala un radio de onda corta y con él desea escuchar al primer ser vivo que orbita alrededor de la Tierra: Laika, la perrita rusa. Al mismo tiempo empieza a descubrir la atracción por las niñas, en especial por Marina, una compañera de la secundaria que se aleja de lo común.
Si yo hubiera recordado mis clases de Historia acerca de este episodio espacial, no hubiera sufrido tanto con la revelación final acerca de Laika (no la cuento por si hay algún otro despistado como yo, para que disfrute/sufra más la novela) y cómo se une con el destino de Marina, así como con el de Sebastián.
Me gustó mucho cómo compaginaron las ilustraciones con el texto, sobre todo con las partes de Laika, en las cuales la conocemos y la acompañamos en su viaje.
Gran elección para festejar este día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario