lunes, 22 de abril de 2013

Día 601

Como no quería entrar a la clase de pilates con la instructora suplente, me fui un poco más tarde a caminar los 5 kilómetros e hice un descubrimiento: no me gusta trotar/caminar. Me desespero muy rápido, me da mucho tiempo para pensar, me agito muy pronto, me duelen los tobillos. Lo de la agita y los tobillos es cuestión de técnica y de condición, pero lo del tiempo para pensar de plano no me gusta: prefiero tener la cabeza ocupada en seguir la rutina de las clases que libre para divagar. Traté de concentrarme en mi respiración, en la música, en las pisadas y nada me sirvió, será que simplemente no es lo mío.


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