lunes, 9 de septiembre de 2024

Las tumbas de Atuan

En esta segunda parte la protagonista es Tenar, también llamada Arha, a quien conocemos desde que muy pequeña es llevada las tumbas de Atuan como la reencarnación de la sacerdotisa de los Sin Nombre.

Así como en la primera parte Gavilán debe encontrar su propia misión y su propio camino para lograrla, en esta ocasión Tenar se replantea todo lo que sabe de su vida, de sí misma y de los Sin Nombre cuando él llega y la enfrenta con cuestionamientos que nunca antes se había planteado.

Me gustó mucho que, aunque se corría el riesgo de convertirse en una historia en la que un hombre salva a una mujer, no se convirtió en eso, pues ambos parten de un mismo punto, se acompañan en un trecho y luego cada quien sigue su propio camino. Ambos personajes están en una encrucijada y la presencia del otro los ayuda y les brinda un apoyo que nadie podría haberles dado.

Mi personaje favorito es Tenar pues la conocemos durante un largo periodo de su vida y la vamos cambiar, cuestionarse y finalmente encontrar sus propias respuestas ante conflictos que parecían irresolubles.

Una historia sobre cuestionarse todo para llegar a las conclusiones individuales.




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