Se trata de la historia de Sergio, un puberto que deberá encontrar su misión y de Guillén, un detective que debe resolver la desaparición de un par de niños.
En cuanto al planteamiento, me recordó a otra novela del mismo autor: Objetivo miedo donde también se debe resolver una serie de crímenes.
Me cayeron muy bien los personajes, tanto los pubertos como los adultos, quienes para variar salen bien librados: actúan bien, escuchan a los menores y los toman en cuenta, nunca los minimizan.
Mi personaje favorito es Brianda, es una puberta que está enamorada del protagonista, es fuerte, más de lo que aparenta y será gracias a ella que el desenlace pueda resolverse favorablemente.
Mi segundo personaje favorito fue Alicia, la hermana mayor-casi madre de Sergio, se desespera, no lo comprende pero no por eso deja de confiar en él y de escucharlo.
Obviamente dejaron algunos cabos sueltos para poder continuar con la serie de libros pero no tan sueltos como para no tener un sentimiento de cierre de la historia: sabemos quién es el culpable, quién es el asesino y cómo se aclaran los crímenes de los esqueletos.
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