miércoles, 31 de agosto de 2011

De ser adulto V. II

El hecho de que mi marido esté todavían tomando clases, me permite tener un periodo "de gracia", una pausa antes de empezar con "grandes" proyectos. Digo, siempre que surge la pregunta incómoda de ¿Para cuándo el niño? puedo decir que ya que mi marido termine. Igual con el lugar para vivir, si cambiamos de ciudad, si busco otras opciones de subsistencias. Es hasta cierto punto cómodo, pero como todas las situaciones cómodas de la vida, viene implícito el riesgo de quedarse "atorado" y seguir buscando razones/pretextos para no dar "esos" pasos.

A lo mejor es simplemente que no debería pensar tanto las cosas y debería lanzarme a hacerlas y ya.

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