Mi sensación de culpabilidad relacionada con los libros, ha tenido varias etapas, hasta que he llegado al momento en que no me importa si a alguien le parece "malo" un libro, si se me antoja leerlo, lo hago y ya.
Por ejemplo, en algún momento me daba pena ir a la sección de juveniles e infantiles y pasarme un buen rato escogiendo uno o varios libros. Así, esas lecturas se volvían placeres culposos.
Entre muchos otros, algunas de mis lecturas:
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