De este libro vi varios comentarios pero ninguno rascaba más que la superficie, frases como "me identifiqué con los personajes/protagonista/fulanito" y ya. No fue hasta que lo leí que me di cuenta de lo preocupante (desde mi punto de vista de adulto) que los lectores jóvenes se identifiquen tanto con personajes maltratados, deprimidos y solos. Sé que el mensaje (entre otros) es precisamente que no están solos, pero pensar que tantos pubertos se lleguen a sentir así, es preocupante.
El tema de los adultos en la historia es también preocupante: ¿de verdad cuando dejamos atrás la pubertad nos volvemos ciegos a sus problemas? Yo que trato con pubertos todos los días, quiero pensar que no, aunque ha habido (muchas) veces en las que califico como intrascendentes (no enfrente de ellos, obviamente) sus agobios, pero quiero pensar que todavía puedo identificar cuándo es algo más grave. Es triste pensar que la mayoría de los adultos son (seamos) como son descritos: despistados y sin lograr conectar con los pubertos. La parte más desesperante obviamente fue en el nudo de la historia, cuando parece que ningún adulto va a creer la verdad.
Debo confesar que mi correctora de estilo interior sufrió mucho con las partes de los mensajes de texto y la manera en que se decidió escribirlos, comprendo que es para darle verosimilitud a la obra, pero qué dolor de ojos me dejaban esas páginas.
Me gustaría poder recomendárselos a los pubertos del colegio pero las palabras altisonantes me impiden hacerlo desde mi posición de docente, esperaré a que llegue a sus manos de alguna otra "misteriosa" forma.
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