Como el título lo dice, se trata de diez historias relacionadas con los cinco sentidos, algunas no de manera tan obvia y otras sí, pero todas provocan una reacción.
Hubo varias historias que me gustaron mucho pero creo que mi favorita es "El diablito de Benjamín" de Rebeca Orozco Mora porque parece que acabará en desgracia pero no sucede así y el final deja una nota de esperanza en quien lo lee.
También me gustó mucho "Chocolatines sabor a caca" de Óscar Martínez Velez porque sitúa la acción en la casa de una bruja pero la que hace más destrozos es la niña visitante.
El cuento "Soy fea" de Mónica Lavín permite identificarse con la protagonista y su autoestima mientras que "Hijo de perra" de Ricardo Chávez Castañeda lleva a la reflexión sobre el uso del lenguaje.
Es el volumen de cuentos que me pareció más parejo en su calidad y en su desarrollo.
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