Tenemos por un lado a Andreas y Annagret en Alemania antes de la caída del muro.
Tenemos por otro lado a Annabel y Tom en ¿los ochentas? en Estados Unidos.
Están Purity y los okupas y Jason antes de Andreas.
Está Andreas con Pip.
Está Pip con su madre.
Está Andreas con Katya su madre.
Está Tom con Leia.
Está Tom con Andreas recién salido de Alemania.
Está Andreas y en Sunlight Project.
Está Annabel y su padre multimillonario.
Confieso que la primera razón que tuve para acercarme a esta novela fue la promesa de que se trataba de la historia de una chica que va en busca de su padre. Por razones personales me imaginé que podría servirme de algo, como una especie de guía tal vez. Pero cuando me di cuenta de que cada una de las partes en las que está dividida puede ser una novela en sí misma, supe que iba mucho más allá de esa simple búsqueda.
Me molestó que la mitad de los personajes se enterara antes que Pip de quién era su padre y me molestó todavía más el encuentro que hay entre los dos cuando ya ambos saben que saben. Sin embargo me imagino que no había otra opción llegados a ese punto.
Creo que es más la historia de Pip y su madre, es el descubrimiento que hace de quién era y cómo llegó a convertirse en la madre que tuvo, es como si el viaje físico y emocional que hizo a lo largo de las historias y del tiempo nada más hubiera tenido como objetivo comprenderla y darse cuenta de que existían otras formas de vida más allá de las que ella le había enseñado. Finalmente es un viaje de creación de su propia personalidad a partir de la búsqueda de la figura del padre, que termina revelando más de su madre que de su padre.
¿Me gustó? Sí. ¿Me "sirvió" de algo? No. No en el sentido de una utilidad palpable pero sí en el sentido de que mi propia búsqueda no es tal cual la de esa figura sino tal vez, como la de Pip, la de algo más profundo y a la vez tan obvio, algo que quizá esté enfrente de mí desde hace mucho tiempo pero no he sabido verlo.
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