El tema más llamativo de esos aderezos es el cáncer, pero el que me conquistó a mí fue la lectura: Hazel es una adolescente que tiene cáncer, leyó la novela "Un dolor imperial" y ahí se vio retratada, el pequeño problema es que la historia no acaba, quedan muchos cabos sueltos que llegan a obsesionarla. Cuando conoce a Augustus en el grupo de apoyo para adolescentes con cáncer, se despierta tanta confianza mutuamente, que se comparten sus libros favoritos. Ese punto de encuentro, entre otros, serán la semilla para su amor, que los llevará, como cualquier amor adolescente, a sufrir, a gozar, a descubrir y sobre todo a compartir sueños.
Obviamente hay una parte dramática cuando llega el giro inesperado en la trama, cuyo motivo es el cáncer pero, a diferencia de la novela "Un dolor imperial", en ésta sí tenemos una conclusión, puede que no convenza a todos, pero es una conclusión.
Una mención especial para los personajes secundarios: Isaac el amigo de Augustus que también tiene cáncer y la mamá de Hazel quien en apariencia dedica todo su tiempo y todas sus energías a su hija y que nos sorprende al final.
Una novela que se lee rápido que se disfruta y se sufre a partes iguales y que nos deja ese sabor agridulce de los amores adolescentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario