El libro está dividido en pequeños capítulos donde se cuenta una anécdota de Piruleta en la escuela o en su casa. No sigue precisamente un orden lineal así que los capítulos se pueden ir leyendo de uno en uno o de corrido, sin mayor conflicto con la historia.
Me gusta mucho cómo esta autora incluye en sus libros temas diversos, con una intención de dar su opinión y algo de consejo (a veces con mayor suerte que otras) y en este caso eligió, el de las labores del hogar como responsabilidad única de las mujeres. Resuelto de manera un tanto simple, el hecho de que lo mencionara me parece relevante porque no parece una moraleja, entra fácilmente en la narración y deja al personaje con un aprendizaje.
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