Todo empieza cuando el pequeño Nemo debe elegir si al divorciarse sus padres quiere vivir con su mamá o con su papá. Digo, está bien que tomen en cuenta la opinión de los niños en estas situaciones, pero de ahí a que le causen esos niveles de angustia, como que no.

Y luego vamos viendo sus "vidas posibles" cada una con una de estas niñas:

La que menos desarrollan es la de amarillo, la más dramática (y con la que me identifique, muy a mi pesar) es la de azul y con la que parece que le va mejor es con la de rojo. Y digo parece porque todo es relativo en la vida de Nemo.
La explicación y el final en sí mismo me gustaron mucho, si bien no es mi ideal de final porque deja algunos cabos sueltos, me gusta la resolución.

Me recordó más que a otra referencia, al libro de Vicente Leñero "La vida que se va", donde se revisan las vidas posibles de una mujer.
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